Deshazte de una vez por todas de tu Ex
- Mariedith Losan 
- 4 feb 2021
- 3 Min. de lectura
Uno de los temas más recurrentes con clientes, amigos, conocidos es el tema de los Ex. Ex maridos, parejas, socios; relaciones que fueron y ya no son.
El problema en general es que las personas siguen enganchadas, apegadas, relacionadas de formas nocivas, dañinas, improductivas, conflictivas con estas relaciones “pasadas”.
Mi primer pregunta suele ser: ¿Qué te hace feliz? Y se preguntarán en qué momento pase de hablar del otro a centrar el tema en la persona con la que estoy trabajando. Pues es que este es el meollo del problema (en muchos casos).
He descubierto que una constante en las personas que siguen teniendo conflictos con sus ex es que no saben qué las hace felices a ellas.
Ya hemos tocado este tema. Desde niños se nos educa a que somos responsables de las emociones de otros. Ej. La mamá al hijo: “me hiciste enojar cuando no saludaste a tu abuela.” El sentimiento de enojo es y viene de la mamá, no tiene nada que ver con el hijo, tiene que ver con las expectativas o necesidades no cumplidas de la madre en relación a la conducta de un niño. Las acciones de los demás puedes ser disparadores de emociones, pero nunca van a ser la causa.
El punto es que como este ejemplo hay muchos y lo que pasa es que crecemos pensando que nosotros somos los responsables de las emociones de los demás y entonces por lo tanto, no tenemos control sobre nuestras emociones personales, porque alguien más es también responsable de ellas y nadie nos enseña a identificar nuestros sentimientos y a atenderlos.
Cuando hay una relación cercana con alguien, siendo la más compleja en mi opinión la relación con una pareja, trasladamos esta responsabilidad a esta persona. Cuando estamos juntos, todo va “bien”, porque tenemos quien nos haga feliz, o si no estamos felices, estamos esperando a que esa persona haga lo que le toca y encuentre la forma de hacernos felices. Delegamos nuestro estado de ánimo (emociones) al otro.
El problema es cuando nos separamos. Además de todo lo que implica una separación (temas legales, de logística, adaptación, etc.), nos quedamos sin el responsable de nuestras emociones, ya no tenemos a quien culpar por hacernos sentir bien o mal y se genera un vacío.
Lo que no queremos soltar y a lo que nos aferramos con uñas y dientes es a esto, no a la casa, a la pensión, a la persona en si, sino a perder nuestras emociones porque no sabemos identificarlas, atenderlas y satisfacer las necesidades que las hacen manifestarse.
Es cuando seguimos bajo el control del otro. No es que no nos pase la pensión completa, esto lo podemos atender con el abogado o juez para que lo hagan cumplir con el compromiso establecido, es que nos cuesta mucho trabajo separar lo que es (temas legales, personales del otro, de respeto a las reglas o acuerdos establecidos), de la cuestión emocional.
Si mi ex marido no esta pagando la pensión completa, lo que es la realidad, lo que tengo que hacer es acudir a las instancias legales correspondientes. Esto no quiere decir que este bien que lo haga, que lo acepte, que lo justifique. Lo que hace de esto una situación más complicada es querer que sea diferente, que por el amor o relación que hubo, haga las cosas como yo espero que las haga.
Qué haces en estas situaciones:
1. ¿Identificas cómo te estas sintiendo?
2. ¿Sabes lo que no quieres sentir pero también sabes cómo si te gustaría sentirte?
3. ¿Sabes qué necesitas hacer para sentirte como quieres?
4. ¿Estas dispuesta a hacer lo necesario?
Lo necesario pueden ser cosas que no son las “ideales”, quizás tendrías que cambiar a tus hijos a una escuela más barata en lo que la situación legal se arregla, o cancelar las vacaciones. Pero seguirte desgastando y peleando con algo que no esta pasando en este momento solo te va a generar más estrés aunado a todo lo demás que seguramente tienes que atender en tu casa.
5. ¿Asumes el control de tu vida, te empoderas, te haces responsable de tus emociones y las necesidades debajo de las mismas?
¿Qué pasaría si hicieras estas cosas? ¿Qué tan capaz te sentirías de conseguir lo que tu quieras para ti y para tus hijos? ¿Crees que esto te podría llevar a “deshacerte” finalmente de tu ex?
En ningún momento se trata de deslindarlo de su compromiso u obligaciones legales. Pero tu no puedes ser juez y parte. Lo que te toca a ti es trabajar en ti para ser la mejor versión que puedas para ti y para tus hijos. Finalmente, tu no eres responsable de las acciones, decisiones, emociones del otro y menos del tipo de relación que el otro decida construir contigo como ex pareja y menos con sus hijos.
¿Estas lista para retomar el control de tu vida?
Cuéntame cómo te va y como siempre aquí estoy para acompañarte.
Nos vemos la próxima!





Comentarios