De diamantes y frases motivadoras ¿Cómo se relacionan con nuestro éxito?
- Mariedith Losan
- 15 feb 2022
- 4 Min. de lectura
Les gustan las frases de esas que luego circulan mucho, de las que vemos con unas tipografías muy lindas y backs muy bonitos, que pretenden ser frases inspiracionales, frases motivadoras.
Les voy a poner un ejemplo esta me gustó no pero ahorita vamos a hablar de por qué se los estoy dando esta frase dice:
Recuerda siempre que: -Las uvas deben aplastarse para hacer vino. -Los diamantes se forman bajo presión. -Las aceitunas se exprimen para liberar el aceite. -Las semillas germinan en la oscuridad. Cuando te sientas apachurrada, bajo presión, oprimida o en la oscuridad, recuerda que este es el lugar más poderoso para transformarte. Confía en el proceso!
“¡Qué bonita frase, que linda! y ¿cómo diablos hago para pasar esos momentos?
Son frases lindas y nos gusta guardarlas, coleccionarlas pero; ¿cómo haces para aguantar esta presión para que te convierta en un diamante? Y finalmente; ¿quieres ser un diamante?, o sea ¿eso es lo que quieres hacer en la vida? ¿Qué tanta presión tienes que aguantar? Se vale no querer ser diamantes, se vale no querer ser vino, se vale no querer ser aceite.
¿Qué quieres hacer? y ahí es donde entre el tema de la frase. Una frase es muy linda siempre y cuando tú sepas a dónde quieres llegar y para qué te va a servir. Si logras alinear esta frase con algo que realmente sea importante para ti, entonces sí te va a motivar. De otra manera, es un “debo de” y “tengo que” más a nuestra lista de todo lo que ya tenemos, de lo que hemos hablado del “tengo que” y “debería”.
No tienes que ser vino, no tienes que ser diamante, no tienes que ser aceite. ¿Qué quieres ser tú? De eso va a depender mucho como pases este proceso de transformación, de otra manera te vas a estar forzando a transformarte en algo que quizás a ti no te interesa.
Si a ti no te interesa ser un diamante y a ti te gustaría ser una esmeralda, o te gustaría ser ámbar -el proceso es completamente diferente- y estás forzándote a pasar por una presión porque ti te dijeron que tenías que ser un diamante, que tenías que llegar a cierto punto, va a ser bien cansado, bien desgastante poder pasar por este trayecto y poder pasar por este proceso de transformación. Y en el caso de que eventualmente lograras convertirte en un diamante, no lo vas a disfrutar porque eso es lo que no es lo que tú querías, no es tu esencia.
Para que bajo presión un mineral se transforme en un diamante, tiene que tener ciertas características, no las puedes forzar. Por eso hemos hablado tanto de identificar quién eres tú, qué quieres, a dónde quieres llegar, cuál es tu esencia. No eres la esposa de, la mamá de, la hija de, la licenciada. ¿Quién eres, cuáles son las cosas que te hacen brincar de la cama, moverte encontrar la motivación? para que entonces si, estos procesos de transformación que no tienden a ser fáciles, porque implican salir de tu zona de confort para poder seguir creciendo, para poder seguirte desarrollando, se relacionen más con tus metas.
Por otro lado, estos procesos tampoco tendrían que hacer algo tan desgastante, tan agotador que te lleve justo a ni siquiera disfrutar el proceso, ni siquiera saber para qué lo estás haciendo.
Cuando los procesos no están alineados con quien eres y con lo que quieres, nos vamos a la cama en la noche agotadas, frustradas, no encontramos el sentido a lo que estamos haciendo y qué es lo que estoy logrando realmente yo de mi vida.
Si yo quiero ser un ámbar y me estoy forzando a ser un diamante lo que estoy teniendo que pasar para logralo, no lo identifico con lo que yo quiero y con lo que me hace feliz. Entonces no vamos a estar contentas, no vamos a poder crecer y ser la mejor versión de nosotros. Vamos a ser un diamante, que medio brilla, medio parece, medio se convirtió en diamante. Si en cambio nos damos cuenta que lo que queremos ser es un ámbar, entonces hacemos todo, aguantamos y / o transitamos por estos procesos para convertirnos en eso mucho más fácilmente. Vamos a ser el ámbar más bonito que podamos.
¿Qué te parece este ejemplo? ¿qué tanto puedes identificar en las frases que te gustan algo que realmente te mueva? ¿Cómo haces para que no se vuelvan tan solo una colección de cosas que tan solo aprendemos de memoria o que nos gusta repetir?
Tampoco es una realidad que todas las frases te tengan que motivas, va a haber frases con las que no te identifiques, como hay cosas temas en la vida con los que no te identifiques.
¿Qué es lo que quieres, qué es lo que te hace vibrar, a dónde quieres ir, a donde quieres llegar? ¿En qué te quieres transformar, cuál es tu esencia, qué te va a llevar a transformarte en esa versión esa mucho mejor versión de lo que tú quieres?
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