¿Cómo saber si me quedo o no en una relación?

Cuando estamos empezando una relación amorosa, todo es color de rosa. Somos tolerantes, accesibles, nuestro “pior es nada” no tiene un solo defecto. Esto no quiere decir que sea perfecto. Nadie lo es. Lo importante es poder mantener una parte de nosotras alerta a las señales de que no todo es lo que parece.

Cuando pasa el tiempo (9 meses promedio), el enamoramiento va cediendo y empezamos a portarnos como realmente somos. Muchas veces, entre más tiempo pasa, nos es más difícil decidir dejar una relación. Se generan compromisos, sientes que no vas a conseguir a alguien más, que más vale “malo por conocido que bueno por conocer”, tienes la esperanza de que cambie, lo justificas pensando que va a regresar a ser como era al inicio de la relación. No necesitas esperar tanto, puedes empezar desde el principio a juntar elementos que te permitan tomar la mejor decisión.

¿Qué puedes hacer para decidir si te quedas o te vas?

1. Olvídate de las expectativas de otros: ten muy claro porqué quieres estar en una relación. ¿Lo haces porque es lo que los demás esperan de ti? ¿Porque no quieres que te digan que te vas a quedar sola? ¿Porque te están presionando para que te cases?

No es una regla general, ni una necesidad indispensable, ni algo de vida o muerte el tener una relación con alguien. Esto es una decisión exclusivamente tuya, de nadie más. Nadie mejor que tú sabe si tener una pareja es lo mejor para ti y por qué es importante tenerla.

2. Define tus límites: antes de empezar una relación, define dónde pones la raya. Esto tendria que aplicar sin importar la persona con la que decidas estar, porque los límites son tuyos. Tu eres el común denominador.

Piensa en las cosas con las que no podrías vivir, qué cosas no podrías tolerar sin importar cuánto te guste alguien o cuánto lo llegues a querer. ¿Podrías vivir con alguien que te mienta, te engañe, te golpee física o psicológicamente? ¿Podrías estar con alguien a quien no le guste viajar, la cultura, los deportes? ¿Estarías cómoda con alguien que no le guste trabajar, que esté muy apegado a su familia, que tenga alguna adicción?

Escribe tus límites y tenlos a la mano cuando empieces una relación nueva, te van a ayudar a equilibrar las emociones del enamoramiento con la razón.

3. Manténte alerta: el paso anterior no sirve de nada si no te das la oportunidad de ser realista. Tienes que lograr, a pesar de la química, las mariposas en el estómago, ver más allá de lo que el periodo de enamoramiento quiere que veas.

Date espacios para releer en calma, tu sola tu lista de límites y observa, objetivamente, sin juicios, qué cosas puede haber presentado tu pareja que aparezcan en tu lista de límites. Si identifícas algo, multiplícalo por tres para darte más o menos una idea de cómo se va a ver eso cuando pase este periodo.

4. Conócete: ten claro lo que quieres, lo que te gusta, lo que esperas de una relación. No esperes que la otra persona lo adivine para que tu lo confirmes. Entra en una relación sabiendo quien eres hoy.

5. Házte responsable de tus sentimientos y necesidades: no traslades esta responsabilidad al otro, es la receta para el desastre a corto o largo plazo.

El no saber identificar cómo te sientes, cómo te gustaría sentirte, qué necesitas para sentirte así y cómo pedirlo, son los principales causantes de conflictos en las parejas. Si hay algo que te esta haciendo sentir mal, identifica que es, qué necesitas hacer o que el otro haga para que te sientas diferente y pídeselo desde la consciencia de que es una emoción tuya. No evadas hablar de estas cosas, las emociones y necesidades no expresadas se van acumulando como una bola de nieve y acaban por aplastarnos.

6. Comprométete con la relación: En una relación siempre es el 50-50% de participación. Nadie es perfecto y una relación necesita trabajarse todos los días con comunicación asertiva, amor y perseverancia. No puedes pretender que todo vaya siempre bien y bajarte del barco al primer pleito.

Los conflictos que no tengan que ver con tu lista de límites tendrías que estar dispuesta a enfrentarlos y solucionarlos. Todo se puede negociar. Recuerda que puedes tener todo, pero no al mismo tiempo, habrá cosas que tengas que soltar para tener otras. Ten claras tus prioridades.

Si tienes claros los puntos anteriores al entrar en una relación, tendrás también mayor claridad de si te quedas en ella o de cuando y porqué tomar la decisión de salir de la misma.

¿Te parece fácil hacer estas cosas? ¿Estás acostumbrada a hacerlas? ¿Qué es lo que te parece más difícil de hacer? ¿Crees que es importante entrar en una relación conociendo tus límites, sabiendo identificar tus emociones y necesidades, conociendo quién eres y lo que quieres y esperas?

Nos vemos la próxima!