Aumenta tu felicidad en 3 pasos

“El bienestar no es el fruto de algo que hagas; es la esencia de quien eres. No hay nada que necesites cambiar, hacer o tener para ser feliz.” –Michael Neil

No te ha pasado que cuando te preguntan o preguntas “qué es lo que más quisieras en la vida?” una de las respuestas más recurrentes es: “Ser feliz”.

La felicidad y cómo obtenerla es una de las cosas que mis clientes más me piden que trabajemos en las sesiones de coaching. Y algo que he notado como un denominador común es que en nuestra cultura, se nos ha enseñado que la felicidad está fuera de nosotros. Esto no podría estar más alejado de la verdad.

El resultado es que andamos corriendo atrás de las cosas que nuestro núcleo familiar, religión, mercadotecnia, grupo de amigos nos dicen que "debemos" tener o ser para experimentar la felicidad y pareciera que nunca la alcanzamos, o pensamos que lo hacemos, pero no nos sentimos satisfechos, no experimentamos una sensación de felicidad plena.

Entonces, ¿qué tenemos que hacer para tener más momentos felices?

1. Entender que la felicidad no está fuera de nosotros, está dentro. Si nosotros no estamos a gusto con quienes somos, tenemos claros nuestros valores y metas, tenemos una autoestima sana, siempre vamos a estar cuestionando nuestra felicidad porque ésta va a depender de que el exterior la apruebe, valide, reconozca. Sin importar si estamos haciendo cosas que realmente queramos, que estén alineadas con nuestra esencia, con nuestro verdadero yo.

2. La felicidad no es una constante. Pensamos a veces que tenemos que ser felices siempre porque si no, no somos felices para nada. La vida no es así. Está llena de retos, experiencias y sobretodo aprendizaje.

Si te enfrentas con tranquilidad y seguridad a lo que se te presente, sin exigirte ser perfecto, sin miedo a equivocarte, sabiendo que de toda experiencia el resultado es crecimiento, tu actitud hacia la vida va a cambiar y podrás experimentar felicidad hasta en tus errores. Todo depende de cómo decidas o experimentar lo que te suceda.

Los momentos felices no son todos iguales y la felicidad no se experimente ni en la misma medida, ni de la misma forma. No necesitas ver fuegos artificiales y escuchar fanfarrias para sentirte feliz. La felicidad no necesita ser sobre producida, está en los detalles más sencillos.

3. Ser feliz es una elección. Por muy difícil que esto parezca, la forma en la que experimentas la vida es el 10% lo que te sucede y el 90% la actitud con la que decidas enfrentar tus experiencias.

Con esto no quiero decir que te sientas feliz si te roban o agreden, pero ¿qué tanto tiempo decides quedarte con esa emoción? es decisión tuya. ¿Qué decidas hacer con esa experiencia?, es decisión tuya. ¿Qué quieras aprender de la experiencia?, es decisión tuya. ¿Cómo puedes hacer que esto empiece a cambiar para ti y para los demás?, es decisión tuya.

Existen casos de personas que cambiaron sucesos muy fuertes en su vida tomando la decisión de convertirlos en aprendizaje y metas que hoy les dan muchos momentos de satisfacción y felicidad.

¿Y tu? ¿Qué tan feliz te sientes? ¿Qué podrías hacer para tener más momentos felices? ¿Qué estarías dispuesta a soltar para tener más momentos felices?

Nos vemos la próxima!