No “tienes, ni debes de” hacer nada, elige lo que TU quieras
- Mariedith Losan

- 4 feb 2021
- 2 Min. de lectura
La semana pasada, les hablé de una de las formas en las que evadimos nuestras responsabilidad por lo que hacemos, al hacer responsable o pasarle la factura a alguien o algo más.
Hoy les voy a dar otros ejemplos.
Me parece muy importante que quienes estamos interesados en mejorar, a nosotros mismos, a nuestro entorno, familia, país, etc., empecemos por tomar consciencia de estos temas, pues sin toma de consciencia y por ende de la parte de la que somos responsables, no podemos cambiar nada. Nada esta bajo nuestro rango de acción si hacemos responsable a alguien más.
Esta actitud, no solo nos mantiene en posición de efecto, es decir incapaces de hacer nada. Nos hace sentir impotentes, inútiles, sin motivación y poco importantes.
Por eso te invito a hacer un análisis honesto de qué tan consciente estas de las cosas de las que te responsabilizas.
Factores externos a nosotros:
(Rosenberg, Marshall B, Comunicación no violenta)
-Fuerzas omnipresentes que “fuerzan” tu voluntad.
Limpié mi cuarto porque tenía que hacerlo.
-Nuestra condición, diagnóstico o historia sicológica.
Tomo porque soy un alcohólico.
-Acciones de otros.
Le pegué a mi hijo porque corrió a la calle.
-Lo que manda la autoridad.
Le mentí al cliente porque me dijo mi jefe.
-Presión del grupo.
Empecé a fumar porque todos mi amigos fumaban.
-Políticas institucionales, reglas y regulaciones.
Tengo que suspenderte por esta infracción porque es la política del colegio.
-Roles de género, sociales, de edad.
Odio ir a trabajar, pero lo hago porque soy un esposo y padre de familia.
-Impulsos incontrolados.
Me dominó mi urgencia de comerme el dulce.
Para empezar a tomar responsabilidad por nuestras acciones, podemos empezar por cambiar las palabras “tengo que”, “debo de” por la palabra elijo.
El poder de elección es común para todos los seres humanos. Esto no quiere decir que las elecciones sean fáciles o cómodas para todos, pero la elección siempre va a ser personal. Cuando eliges, lo haces de dentro hacia fuera. Desde lo que es importante para ti, tus valores, intereses, metas, motivaciones, pero sobretodo sabiendo que nadie esta tomando la decisión por ti y por lo tanto, los resultados / consecuencias de la misma son solo tuyos.
La palabra elijo reconoce tu decisión o tu elección.
Ejemplo: Odio dar calificaciones. Creo que no ayudan y crean ansiedad en los estudiantes. Pero lo tengo que hacer porque es la política del distrito.
Traducirlo a: Elijo dar calificaciones porque quiero mantener mi trabajo.
(Esta respuesta te hace responsable por lo que haces).
Cuando elegimos no culpamos a nadie más por lo que nos sucede, pero también sabemos que no dependemos de las acciones o decisiones de nadie más.
Asumimos el control y dirección de nuestra vida con los pros y contras que conlleven nuestras elecciones, pero empoderadas.
No es fácil cambiarnos a elegir, pero para que las cosas cambien, tenemos que empezar por hacernos responsables de nosotros. Nadie sabe mejor que tú qué necesitas, qué quieres, qué es importante para ti, elige en congruencia con esto y empieza a marcar el rumbo de TU vida, verás que las cosas a tu alrededor se empiezan a acomodar para bien tuyo y de los que te rodean.
El cambio eres TU!
Nos vemos la próxima!





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