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4 tips para que la vida eduque a tus hijos

¿Tienes hijos pequeños?  Ya no sabes qué hacer para educarlos porque hay mil filosofías, porque en la escuela te dicen una cosa, tu mamá te recomienda otra,  escuchas otra cosa de una amiga, la psicóloga te dice otra, leíste otro libro y ya no sabes ¿cómo hacer para educarlos? Hoy te voy a dejar cuatro tips para saber cómo hacer para que la vida se encargue de educar a tus hijos pequeños.



 

1. Define tus valores familiares.

Lo primero que tienes que tener muy claro y definir son tus valores familiares. Estos te van a dar la guía, la dirección. Los valores son la brújula para saber hacia dónde vas, son la mejor herremienta para decidir qué es lo mejor, qué escuela, qué sistema, qué filosofía es la más adecuada para educar a tus hijos. Para esto tienes que tener muy claro cuáles son tus valores individuales y como familia.

 

Los valores individuales pueden coincidir con los familiares, el tenerlos claros te va a permitir ser congruente con lo que estás trayendo a casa, con las cosas a las que expones a tus hijos respecto al tipo de educación, de filosofía, etcétera para que haya congruencia y para que se puedan vivir los valores tanto dentro de casa como fuera y la forma en la que los eduques será íntegra.

 

2. Define límites claros y congruentes.

Lo segundo es que definas límites claros y congruentes con tus valores, con la edad y la madurez de tus hijos. Ya que tengas bien definidos tus valores, vamos a establecer límites. Estos tienen que ser como te decía, muy claros. No puedes asumir que ya tus hijos saben lo que esperas de ellos, tienes que decirles de forma muy clara y específica dependiendo de la edad y la madurez que tengan lo que se espera en cuanto a conductas, lo que es aceptable con relación a los valores, a lo que es importante y los límites deberán ser congruentes.

 

No puedes pedirle a un niño de tres años que haga cosas que esperarías de un niño de 13 o 14. Para cada uno de tus hijos de acuerdo con sus edades marca límites generales que apliquen a toda la familia y específicos para cada uno de ellos, para que sepan hasta dónde pueden hacer las cosas.

 

3. Establece consecuencias.

Lo siguiente es que establezcas consecuencias y permitas que las vivan y las asuman tomando parte de su responsabilidad en la toma de las decisiones si es posible.

 

Me refiero a si es posible tomando en cuenta que ya tengan la edad suficiente para interactuar o para integrarse a la discusión de las consecuencias. Hay consecuencias que tienen que ser inmediatas, éstas tienen que ver con el tema principalmente de la seguridad. La consecuencia de que tú te salgas de la puerta del jardín sin pedir permiso tiene que ser inmediata y fuerte porque si no, el riesgo es muy grande. No puedes esperar a que la vida se la ponga sola. Hay otro tipo de cosas donde tienes que ser paciente y que haya la consecuencia que se establezca sea congruente con lo que hizo.

Si por ejemplo, dejó tiradas sus cosas y una regla es que tiene que recoger después de jugar, la consecuencia no puede ser que no va a ir de vacaciones porque esta no tiene ninguna relación con lo que hizo y además es algo que problemente no vas a poder cumplir.

 

Este es un tema complejo porque tenemos que pensar en cuáles son las consecuencias de la vida. Si yo no voy a trabajar, me pueden correr. Tú no puedes correr a tu hijo de la casa porque no haga lo que le pediste porque es otro tipo de relación porque no es factible o realista que apliques una consecuencia así, pero necesitas tratar de encontrar la consecuencia que sea la que esté relacionada lo más directamente posible con la acción para que entonces se vaya dando cuenta que cada a acción, buena o mala, corresponde una consecuencia y que la vida va a poner siempre una consecuencia. Estés tú o no estés va a suceder entonces.  

 

Por ejemplo, si dejó sus cosas tiradas lo que puedes hacer es ponerlas más en el paso para que cuando se vaya a dormir o se pare por la mañana pise alguna y se lastime. Si se lastima obviamente la consecuencia es para él o para ella. El malestar o incomodidad de vivir la consecuencia estaría dirigido a que tome consciencia de que es el quien vive y asume el resultado de sus decisiones y acciones y la toma de responsabilidad de lo que le haya pasado.

 

Tienes que tratar de buscar este tipo actividades, metodologías o de estructura para que haya realmente una relación de una cosa con la otra. Al principio no es fácil, pero te vas haciendo el hábito y lo vas viendo cuando te das el tiempo para observar.  Esto es bien importante, necesitas observar qué es lo que le afecta a tu hijo, cómo se mueve, qué lo mueve, que lo motiva, qué es lo que no le gusta perder, qué lo incomoda.

 

El permitirle identificar las cosas que lo van a hacer sentirse mal cuando no las haga o cuando tenga una consecuencia negativa le van a enseñar que a lo largo del tiempo la vida va a presentarle experiencias en las que tendrá que decidir que es lo mejor para el.  Es entonces que la vida solita se va a encargar de mantenerlo dentro de los límites que necesita.

 

4. Transforma la experiencia en aprendizaje.

El último es que transformes la experiencia en aprendizaje. No regañes por regañar sin tener esta reflexión, sin una introspección con tu hijo de qué fue lo que pasó.

 

El error no quiere decir que tu hijo esté mal, quiere decir que está experimentando con lo límites y necesita hacerse consciente de su acción y la consecuencia que tuvo, pero sobretodo, necesita entender que puede aprender de la experiencia para corregir, tomar una decisión distinta y tener una consecuencia positiva.

 

El aprendizaje es fundamental para que se vaya dando cuenta que dentro de cualquier equivocación, error o accidente puede siempre mejorar, puede siempre aprender algo que le permita la siguiente vez tener éxito y avanzar un paso más. Una experiencia es otro escaloncito para estar cada vez mejor y tener más habilidades, más conocimiento y más experiencia para que entonces no le vayan pasando cosas que no quiere, cosas desagradables, cosas que lo perjudican.

 

No es fácil, ten paciencia, tienes que observar mucho pero si lo haces desde pequeños te puedo garantizar que esto se convierta en un hábito y vas a darte cuenta cómo precisamente la vida, o sea estas experiencias que están encuadradas en estas reglas, con tus valores, con límites claros y congruentes se va a encargar de educar a tus hijos.

 
 
 

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