3 pasos para definir reglas en casa
- Mariedith Losan

- 20 ago 2024
- 2 Min. de lectura
Si te quedaste con la duda la vez pasada de ¿cómo poner reglas en casa?, para cambiar el miedo por respeto, hoy te voy a decir tres cosas que necesitas para justamente establecer reglas.
1. Define tus valores.
Lo primero que tenemos que tener muy claro cuando queremos poner reglas son nuestros valores.
Una regla tiene que ver mucho con lo que queremos o lo que buscamos que se viva. Acuérdate que cuando vivimos nuestros valores somos íntegros. Cuando lo que decimos y lo que hacemos está en congruencia con lo que pensamos, somos íntegros.
Una regla tiene que estar por supuesto en congruencia con esto, con lo que es importante para ti. No puedes poner una regla que se contradiga con tu valor. Las reglas tienen que ser congruentes, tienen que funcionar con tus valores.
2. Acepta tu realidad.
Lo segundo que necesitas es trabajar con lo que es, con la realidad, con las necesidades actuales. No puedes pensar en poner reglas para lo que quieres que pase dentro de 10 años, tienes que pensar en poner reglas para lo que está pasando hoy para que te ayude a justamente a tener la estructura, los límites que permiten saber hasta dónde puedo actuar, donde no puedo actuar, qué se vale, que no se vale. Tiene que ser con lo que es hoy.
Se tiene que tomar en cuenta quién es la persona que se va a ceñir en este momento a las reglas y cuáles son las reglas que necesita para el día de hoy, para que entonces, el día de mañana, logre alcanzar sus metas. ¿Qué necesito hoy?, ¿qué necesita esa persona o ese contexto o esa situación el día de hoy? ¿Cuál es la realidad? Las respuestas a estas preguntas te permitirán definir reglas que apliquen al contexto, que sean identificables, que hagan sentido y sean fáciles de seguir,
3. Congruencia y consistencia.
Lo último es que seas congruente y consistente con tus acciones. No puedes decir una cosa y hacer otra. Si pones una regla, es porque la primera que va a seguir y a acatar la regla eres tú. De otra forma no hay seriedad, no hay respeto, se pierde la integridad. Si dices que vas a hacer A y terminas haciendo B, no estás siendo íntegra, no hay congruencia, los demás ya no saben qué esperar de ti. Se pierde el respeto.
Si vas a poner reglas, primero tienes que acatarlas tú y ceñirte a ellas, actuar conforme a.





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